Corren historias y leyendas míticas del Mapinguarí tanto en Perú como en Brasil, Bolivia y Colombia. Es una de las figuras más conocidas de la mitología del Amazonas, aunque en la Amazonía peruana también se le conoce con el nombre de Curupira.
El Mapinguarí es un terrible monstruo en forma de oso grande de dos patas, dicen que de una altura de dos hombres adultos, cubierto con un pelaje rojo y siempre seguido por una nube de moscas. Tiene una fuerza descomunal y garras afiladísimas, y emite un olor terrible con el que castiga y deja aturdidos a los cazadores furtivos y a aquellos que no respeten la naturaleza para atraparlos y acabar con sus vidas.
A pesar de ser un animal mitológico, muchos lugareños de la Amazonía reconocen haberlo visto en lo profundo de la selva. Algunos lo asimilan a un perezoso gigantesco, cubierto completamente de pelo. O al menos han visto sus excrementos, similar al de los caballos, esparcidos por las profundidades de la selva amazónica. Lo cierto es que, crean en él o no, siempre que alguien se adentra por estos pagos le advierten de la presencia del Mapinguarí.
Nunca se ha cazado a ningún mapinguarí, y algunos expertos creen que podría existir un animal semejante, el último especímen de una especie extinguida hace ya miles de años. En la lengua indígena mapinguarí significa “el defensor de los bosques”, y muchos lugareños cuentan testimonios de oír terribles rugidos provenientes de las profundidades de la selva, y que asocian a este animal mítico.
Hay muchas leyendas indígenas sobre el mapinguarí. Algunas de ellas aseguran que este animal es en realidad un indio shamán que se convirtió en este monstruo al descubrir el secreto de la inmortalidad.
Sea cierta o no su existencia, son muchos los testimonios que aseguran haberlo visto, o al menos tener constancia de su presencia mediante huellas, rugidos, olores, etc… Todo esto hace que el Mapinguarí siga siendo uno de los grandes personajes de la mitología del Amazonas.
Foto Vía Bulhufas
